Visita del Papa Francisco a Indonesia

Indonesia. “La visita del papa Francisco nos mostró el significado de la sencillez”

Un sacerdote indonesio recuerda la visita del Papa Francisco a Indonesia —donde los cristianos son una pequeña pero muy viva minoría— ilustra su legado como un Papa sencillo y cercano a las periferias de la Iglesia.

La visita del papa Francisco a Asia y Oceanía en septiembre de 2024 simboliza su preocupación por las periferias y por todas las comunidades cristianas, por pequeñas que sean. En esa ocasión, Francisco visitó Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea, dos países de mayoría cristiana, así como Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo.

A las autoridades indonesias y a la sociedad civil les fascinó la visita del Papa y se sorprendieron por su sencillez, aseguró a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) el padre Jack Umbu Warata, provincial de los Padres Redentoristas en ese país.

“Muchos de mis compañeros redentoristas trabajan en parroquias muy humildes, algunas en condiciones muy difíciles, y la visita del Papa nos mostró el verdadero significado de la sencillez. En Indonesia, la gente comentaba que el Papa llevaba un reloj de ocho dólares y cómo daba ejemplo de una vida sencilla”, indicó el sacerdote durante su visita a la sede internacional de ACN en Alemania.

En Indonesia, con una población de 280 millones de personas, solo hay siete millones de cristianos. Aunque existen dificultades en algunas regiones, el padre Jack afirma que, en general, el ambiente es positivo: “En varios lugares, como Aceh, la situación es muy difícil para los cristianos porque allí se rigen por la sharía. Pero, en general, más del 80 % de los musulmanes son muy tolerantes, y por eso el diálogo interreligioso es tan importante en Indonesia. La Iglesia católica busca entablar ese diálogo con nuestros hermanos musulmanes”.

“También hubo diálogo durante la visita del Papa. Un buen ejemplo es el túnel de la amistad que conecta la mezquita Istiqlal —la más grande del sudeste asiático— con la catedral católica situada al otro lado de la calle. Lo construyeron como muestra de cuán importantes son el diálogo y la armonía en Indonesia”, recuerda.

Además de enfocarse en el diálogo interreligioso, la visita del Papa también dio nuevas fuerzas a la Iglesia en Indonesia para enfrentar los retos que tiene por delante, considera el padre Jack. “Una de las prioridades es la pobreza. En muchos lugares hay pobreza, y muchos católicos son muy pobres. Por eso no solo intentamos predicar la Buena Nueva. Como los sacerdotes y las religiosas tienen voz en nuestra sociedad y la gente los escucha, también tratan de orientar a la comunidad para que pueda mejorar sus condiciones de vida. El segundo reto es la educación, y el tercero es mejorar nuestra formación para ayudar a las personas a crecer en la fe”.

“Entendemos el significado de las nuevas misiones”

Indonesia es un archipiélago de más de 17,000 islas. Aunque la mayoría de su población es musulmana, hay algunas islas con mayoría cristiana, sobre todo en el este. Por ejemplo, Flores —evangelizada por los portugueses en el siglo XVI— cuenta con el seminario más grande del mundo. Sumba, de donde es originario el padre Jack, tenía hasta mediados del siglo XX una pequeña comunidad católica.

“Mi padre es católico y mi madre protestante, pero mis abuelos practicaban religiones tradicionales. Cuando era niño, en 1957, los redentoristas llegaron a nuestro pueblo para predicar la Buena Nueva. En ese entonces éramos unos 10,000 católicos, pero 60 años después ya somos 250,000, en una población total de 800,000 habitantes”.

El resultado, señala el padre Jack, es que Indonesia se ha convertido en una Iglesia misionera. “Entendemos el significado de las nuevas misiones. Hace mucho tiempo, los europeos vinieron a nosotros, pero ahora son los sacerdotes indonesios quienes van a Europa. En mi congregación tenemos 45 redentoristas indonesios en nueve países distintos. ¡La misión tiene un nuevo rostro! Durante 60 años nos enviaron misioneros, y ahora nosotros enviamos muchos sacerdotes para colaborar en las misiones”, afirma.

“Tenemos más de 80 estudiantes en nuestro seminario mayor de Java, 18 en el noviciado y 24 postulantes. ¡Y eso solo contando a los redentoristas! Así que no tememos por la falta de vocaciones”, explica el provincial.

Aunque Indonesia es rica en vocaciones, necesita la ayuda de amigos y benefactores como ACN para garantizar que los seminaristas reciban la mejor educación posible. “ACN nos apoya con la formación continua de nuestros seminaristas y sacerdotes. Sin ACN, muchas cosas no serían posibles. Cuando el papa Francisco nos visitó, diez de nuestros sacerdotes viajaron a Yakarta, donde pudieron saludar al Papa. Algunos de ellos acababan de concluir su formación gracias al apoyo de ACN”, cuenta el padre Jack.

ACN también ha ayudado a los redentoristas de Sumba a construir una casa de huéspedes para recibir de manera más adecuada a sus visitantes, además de financiar muchos otros proyectos en Indonesia.

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