Han pasado diez años desde que el sacerdote jesuita italiano, P. Paolo Dall’Oglio, fue raptado por el ISIS en Ragga, Siria. Su paradero sigue siendo desconocido hoy.
El P. Paolo dedicó su vida a reconstruir el monasterio de Mar Mousa y a crear una comunidad ahí, en el lugar donde está enterrado san Moisés el Etíope. El monasterio, del siglo VI, estaba abandonado y en mal estado cuando él llegó a Siria en 1982.
Su profundo conocimiento de los estudios coránicos, fruto también de un doctorado en la Universidad Gregoriana de Roma, le permitió fomentar las relaciones con la comunidad islámica. La misión del P. Paolo se centraba en la oración, la acogida y la construcción de puentes entre distintos credos. Con el tiempo, el monasterio se ha convertido en un centro de diálogo interreligioso. Desde hace muchos años, la fundación internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha estado ayudando a la misión de la comunidad.
Hoy, 29 de julio, día de su desaparición, recordamos al P. Paolo y rendimos homenaje a su memoria y a su contribución al diálogo interreligioso en Siria. Nuestros pensamientos y oraciones están con él, con sus seres queridos y con la comunidad de Deir Mar Musa, fundada y apoyada por él durante muchos años. Que su legado siga inspirándonos para fomentar una sociedad en la que prevalezcan el diálogo interreligioso y la armonía.