La diócesis de Butembo-Beni está situada en el noreste de la República Democrática del Congo, en la región en crisis de Kivu del Norte, y coincide con la zona fronteriza -rica en recursos- entre la República Democrática del Congo y la vecina Uganda. Los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (FDA), originarios de Uganda, llevan años sembrando allí el miedo y el terror, y obligando a innumerables personas a huir. Allí se perpetran masacres, y los secuestros, las violaciones y los saqueos están a la orden del día.
En su viaje a la República Democrática del Congo en febrero de 2023, el Papa Francisco se reunió con víctimas de la violencia de esta región, tras lo que manifestó su profunda consternación. En su discurso dijo: “Ante la violencia inhumana que han visto con sus ojos y experimentado en su propia carne, nos quedamos impresionados. Solo cabe llorar, permaneciendo en silencio”.
A pesar de la difícil situación, Monseñor Melchisedech Sikuli Paluku nos asegura: “Nuestro pueblo conserva la alegría del Evangelio y espera, contra toda esperanza, que vengan días mejores”. Lo que resulta alentador es el creciente número de vocaciones: actualmente, 161 jóvenes varones de la diócesis de Butembo-Beni se preparan para el sacerdocio. Según la etapa de formación, estudian en diferentes seminarios del país. Luego, como sacerdotes, regresan a su diócesis de origen para servir a Dios y a las personas que sufren. El obispo nos escribe: “Estas vocaciones son un signo de Dios, y su aumento despierta nuestra esperanza en Dios, el Emmanuel, que habita entre nosotros y nos socorre”. Sin embargo, la Iglesia local de esta castigada región está aún muy lejos de poder hacer frente a sus necesidades materiales, y por eso les pido ayuda”.
A nosotros nos gustaría apoyar con 34.000 euros la formación de estos 161 jóvenes varones que desean llevar la esperanza a su pueblo como sacerdotes.