En la actualidad, en el seminario propedéutico de Kasongo, en la República Democrática del Congo, se están formando más de 60 jóvenes que se reúnen para rezar, asistir a clases, cocinar, trabajar en la huerta del seminario y practicar deporte. El seminario sufre grandes necesidades económicas, lo cual afecta el nivel de formación que reciben. La fundación internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) recibió testimonios de seminaristas y formadores del seminario describiendo las condiciones en las que viven, los desafíos que tienen y el alivio que supone el apoyo de ACN.
«Desde mi llegada al seminario, hemos tenido una buena formación de parte de nuestros formadores. Nos enseñan sacerdotes y algunos laicos capaces y competentes. En la casa ahora hay electricidad, lo que nos permite estudiar bien incluso durante la noche”, cuenta Katamea Maybu Fidèle, seminarista del primer año de formación, en una carta escrita a mano para agradecer la ayuda de los benefactores de ACN.
Debido a las condiciones precarias en las que viven, algunos seminaristas caen enfermos con regularidad. “Entre las causas de enfermedades en nuestra comunidad, la falta de agua ocupa el primer lugar”, dice Zéphyrin Mukamba Mukelo, de segundo año. “En nuestra casa sólo tenemos cinco tanques que sirven para almacenar aguas lluvias. Cuando llueve nos vemos obligados a utilizar esa misma agua de lluvia para todas nuestras necesidades. Esto provoca enfermedades como la fiebre tifoidea, la diarrea y muchas otras enfermedades a las que se enfrenta nuestro seminario”, añade Zéphyrin.
Las pobres condiciones afectan la vida cotidiana y el rendimiento en el estudio de los seminaristas. Necesitan más medios para fortalecer su formación: “Tenemos una biblioteca pobre, a la que le faltan muchas cosas y sólo tiene libros viejos”, dice Katamea Maybu Fidèle.
Esta no es solo una preocupación de los seminaristas, sino de sus formadores. “Aquí se plantea un problema casi general, que es el de la bajada de nivel académico. Este reto, para ser superado, requiere muchos medios y materiales para asegurar una formación permanente. Sin embargo, los medios de que dispone el seminario siguen siendo insignificantes”, comenta el padre Vincent-Vercus Mateso, vicerrector, encargado de asuntos académicos y ecónomo del seminario.
“Por eso, les decimos que su ayuda financiera y material para este seminario es bienvenida con vistas a una formación permanente de los futuros sacerdotes”, añade el padre Mateso.
“No puedo terminar mi testimonio sin agradecer a las personas que se preocupan por nuestra mejor formación y que dan sus aportes para que esta obra de Dios pueda seguir adelante. Les enviamos nuestros sentimientos de gratitud y oramos por ustedes», dice Zéphyrin.
Los formadores se sienten aliviados cuando en lugar de estar pensando en solucionar problemas económicos, gracias a la ayuda de ACN, pueden concentrarse más en la vida espiritual de los seminaristas.
ACN ayuda con becas a los 61 seminaristas del seminario propedéutico de Abbot Kaumo y con estipendios de misa a cinco formadores del mismo.