En la Diócesis de Lugazi, en Uganda central, se ha erigido recientemente una nueva parroquia que está consagrada a San Kizito, el más joven de los veinte mártires ugandeses condenados a muerte por el rey Mwanga entre 1885 y 1887 por permanecer fieles a su fe en Cristo. Kizito tenía sólo catorce años cuando murió en la hoguera, y ha sido nombrado patrón de los niños y los jóvenes. La Iglesia ugandesa está muy orgullosa de sus mártires.
La nueva parroquia, con sede en Namasumbi, está situada en una zona rural donde no hay carreteras asfaltadas y, sobre todo en la época de lluvias, resulta difícil llegar a los pueblos. La única manera de desplazarse por ahí es con un vehículo todoterreno.
Durante mucho tiempo, los dos sacerdotes de la parroquia sólo disponían de un coche muy viejo, pero que ya dejó de funcionar. Por ello, pasaron a depender del transporte público, que es muy poco fiable, y como resultado, perdían un tiempo precioso que en realidad necesitaban para su labor pastoral, porque en los pueblos la gente los espera para la Santa Misa, los sacramentos, las visitas a los enfermos y para pedirles otro tipo de ayuda.
Nuestros benefactores han donado 13.000 euros para ayudar a comprarles un coche. El P. Jude Kiggala nos escribe: “Estamos muy agradecidos por la ayuda que nos ha prestado ACN, pues nuestra labor pastoral se ve muy reforzada gracias a ella: ahora nos cuesta menos visitar a enfermos y ancianos, y participar en la vida de las comunidades de creyentes”.
También nosotros damos las gracias a todos los que han contribuido a ello. ¡Dios os lo pague!