La difícil situación y el sufrimiento de la comunidad cristiana en Gaza se intensifican cada día
Un mes después del inicio del conflicto en Tierra Santa, las consecuencias para la pequeña comunidad cristiana de Gaza pueden calificarse de terribles. Según un socio de proyectos de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) responsable de la Franja de Gaza, “al menos 53 familias cristianas han visto sus casas totalmente destruidas y la mayoría de los edificios pertenecientes a instituciones cristianas habrían sido dañados por los ataques aéreos”.
Especialmente dramática es la pérdida del colegio de las Hermanas del Santo Rosario . Esta institución se había convertido en un símbolo tanto de la presencia cristiana como de la labor educativa llevada a cabo por la Iglesia católica latina en la región.
El colegio está situado en el barrio de Tal Al Hawa, uno de los tres barrios que agrupaban antes del conflicto a la mayor parte de la población cristiana en la ciudad, y que ha sido duramente afectado por los ataques aéreos de las últimas dos semanas.
El sábado 4 de noviembre, Sor Nabila Saleh, religiosa de la congregación del Santo Rosario y directora del colegio, recibió la triste noticia del impacto de proyectiles en el complejo educativo. «Mi corazón está en duelo», escribió Sor Nabila a ACN en un mensaje. Uno de los edificios se desplomó y el gran patio exterior sufrió daños, al igual que las estructuras circundantes.
Pocos días después, la religiosa pudo visitar brevemente el lugar y tomar algunas fotos del alcance de la destrucción, que ha compartido con la fundación. ACN había aprobado recientemente un proyecto de ayuda para la escuela, el cual obviamente no va a poder ser realizado. «Todo está por los suelos. Es muy triste», lamentaba.
Afortunadamente, el complejo había sido evacuado por las religiosas pocos días después del inicio de la guerra. Desde entonces, las dos religiosas de la congregación del Santo Rosario se encuentran en la parroquia de la Sagrada Familia, situada en otro barrio de la ciudad de Gaza, donde hay una iglesia y un convento con un pequeño colegio.
Allí se ocupan de acompañar y cuidar – con otras cinco religiosas y un sacerdote – de más de 750 cristianos refugiados, entre ellos 100 niños y 70 personas con necesidades especiales. «El guardia que cuidaba el colegio también había abandonado la escuela unos días antes de los bombardeos. Algunos de los alumnos están aquí con nosotros. No hemos oido que haya habido fallecidos. Gracias a Dios», confirmó la religiosa.
La misión de las hermanas: Empoderar a los cristianos en Gaza
El colegio de las Hermanas del Santo Rosario era un faro de esperanza para la comunidad de Gaza. Fue fundado en el año 2000 y comenzó a prestar sus servicios a 160 alumnos; en 2023 era uno de los más grandes de Gaza y brindaba educación de alta calidad a 1,250 estudiantes, cristianos y musulmanes, pertenecientes a las comunidades más pobres.
En una entrevista concedida a ACN antes del inicio del actual conflicto armado, Sor Nabila explicaba: «Nuestra presencia aquí es un desafío y un servicio al mismo tiempo, porque el número de cristianos es pequeño. Hay muchos obstáculos, pero nuestro deber es servir a toda la comunidad sin distinción. Nuestro principal objetivo es empoderar a los cristianos en su tierra natal. Para nosotras es muy importante servir en la educación de los jóvenes».
19 lugares de culto atacados
Otro edificio emblemático gravemente afectado es el Centro Cultural Ortodoxo. “El centro, construido a lo largo de 12 años de de arduo trabajo, ha sido totalmente destruido», lamenta un socio de proyectos de ACN relacionado con el Patriarcado Latino. Asimismo, se teme que el Centro Católico Santo Tomás de Aquino, que también se encuentra en el barrio de Tal Al Hawa, pueda haber sido dañado por los ataques aéreos, aunque esto aún no se ha confirmado. «Es demasiado peligroso ir a comprobarlo en este momento», dijo la fuente local de ACN.
Según un comunicado emitido por el Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén, por lo menos 19 lugares de culto, incluyendo mezquitas e iglesias, habrían sido atacados en Gaza durante las tres primeras semanas de este devastador conflicto. «En tiempos de crisis y adversidad, recurrimos a las palabras del Salmo 34:18, que nos recuerdan que ‘Jehová está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los abatidos de espíritu’. Rezamos por la paz, la justicia y un rápido fin del sufrimiento en Gaza», declaró el Patriarcado en su comunicado.
No podemos abandonar a nuestro pueblo
A pesar de la orden de evacuar a todos los civiles de Gaza hacia el sur, Sor Nabila ha reiterado una y otra vez en sus últimas conversaciones con la fundación, su decisión de quedarse hasta el final con la comunidad. Con niños y personas discapacitadas a su cargo, es algo logísticamente imposible para ellas, dijo. «No nos vamos a ir y dejar a nuestra gente. Estamos aquí para acompañarlos. Es imposible abandonarlos», repitió en la última conversación. Desde el martes (7) por la noche, la fundación ha perdido el contacto con la religiosa.
La mayoría de los cristianos que quedan en Gaza se refugian en la parroquia latina de la Sagrada Familia y la iglesia ortodoxa de san Porfirio. Según fuentes del Patriarcado Latino quedan suministros de alimentos para poco más de una semana, y el agua se ha convertido en un grave problema. “Se están volviendo a las formas tradicionales para purificar el agua de beber. Apenas tienen acesso a la electricidad, ya que el generador trabaja solo por tres horas al día”, explican.
«Los combates están cada vez más cerca. Sin una tregua humanitaria, la evacuación no es posible. La gente tiene mucho miedo porque han oido de bombardeos en otras zonas de la Franja. Además, la hambruna y la falta de agua y refugio también son terribles en las otras áreas», afirma la fuente de ACN.