Formación de sacerdotes misioneros

Historia de éxito: formación de 23 futuros sacerdotes

Para el santo Papa Juan Pablo II, la nueva evangelización tenía una importancia fundamental. En este contexto, impulsó la creación de los seminarios Redemptoris Mater, donde jóvenes de distintos países siguen su vocación al sacerdocio.

Seminarios misioneros al servicio de la Iglesia

La particularidad de estos seminarios mayores es que sus futuros sacerdotes están dispuestos, a petición de sus respectivos obispos, a trabajar como misioneros en cualquier parte del mundo. Actualmente, existen alrededor de 120 seminarios Redemptoris Mater en todo el mundo, y uno de ellos se encuentra en la Arquidiócesis de Arequipa, Perú.

En este seminario se preparan 23 jóvenes de Chile y Perú para convertirse en sacerdotes. El hecho de que puedan seguir su vocación se debe, por un lado, a Dios, quien los ha llamado, pero también a la generosidad de quienes apoyan su formación.

Vocaciones que fortalecen la fe

El párroco Álvaro Rojas Gonzales, rector del seminario, expresó su gratitud por la labor formativa que allí se realiza:

“La mayoría de los seminaristas provienen de familias profundamente católicas, lo que contribuye a que valoren el papel fundamental de la familia en la Iglesia y en la sociedad, y reconozcan la necesidad de promoverla y apoyarla, especialmente hoy, a través de la fe.

Nosotros, como formadores, damos gracias a Dios por permitirnos participar en su formación y ser testigos de la generosidad con la que lo dejan todo atrás para seguir al Señor.

Es hermoso presenciar cómo Dios Padre los forma a imagen de su Hijo, y eso nos anima a dar lo mejor de nosotros mismos para que, con la gracia de Dios, alcancen un corazón fuerte.

Desde que nuestro arzobispo fundó el seminario en 2008, aquí ya se han ordenado diecisiete sacerdotes y dos diáconos, quienes sirven en las parroquias de Arequipa o como misioneros en otras diócesis. Por todo ello, damos gracias a Dios”.

Una vocación llena de alegría y fe

Felipe (22), uno de los 23 seminaristas, creció en una familia católica junto a sus cinco hermanos. Sus padres le transmitieron la fe desde pequeño, y hoy, en el seminario mayor, afirma que cada día crece su alegría de ser católico:

“También veo día a día que Dios nos da lo que necesitamos para continuar con nuestra formación: la fuerza, el valor y también lo material. Muchas gracias por vuestra ayuda. ¡Que Dios los bendiga!”.

Agradecimiento por el apoyo

¡Gracias de corazón a todos los que han ayudado hasta ahora o lo harán en el futuro! Su generosidad hace posible que más jóvenes puedan responder al llamado de Dios y servir como sacerdotes misioneros al servicio de la Iglesia.

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