El Vicariato Apostólico de Iquitos se encuentra en medio de la selva amazónica. Desde allí, a la capital solo se puede acceder por aire o por agua. Lo que resulta atractivo para turistas aventureros supone un gran reto para la Iglesia Católica, porque las parroquias se componen de numerosas pequeñas localidades a las que solo se puede acceder por agua. Por tanto, la posibilidad de visitarlas depende del nivel de los ríos: en verano, cuando apenas llueve y el nivel del agua es bajo, resulta imposible acceder a muchos lugares.
Allí los catequistas desempeñan un importante papel en la vida de Iglesia, pues son ellos los que rezan con los creyentes en los pueblos, los que los instruyen en la fe y los que, durante gran parte del año, impulsan la vida eclesial. Esto ocurre porque los sacerdotes no pueden visitar cada uno de los pueblos tan a menudo como sería necesario para atender pastoralmente a los fieles. Ahora, gracias a la ayuda de nuestros benefactores, ha sido posible mejorar la formación de los catequistas en la parroquia de Santa Clara de Nanay.
Cada mes se celebra un encuentro de todos los catequistas, con talleres y diferentes cursos de formación continua. Además, en dicho encuentro los catequistas pueden intercambiar información. Nuestros benefactores han destinado a este fin 5.600 euros.
El párroco, P. Jacek Zygala, nos escribe en su carta: “Aún es demasiado temprano para hablar sobre los frutos de nuestro trabajo. Nosotros sembramos y Dios es quien otorga los frutos. No obstante, estamos muy contentos y satisfechos de haber podido realizar este proyecto. Sin el apoyo económico de ustedes, nuestra labor misionera y evangelizadora sería imposible”. ¡Que Dios se lo pague a todos los que han contribuido a ello!