El cardenal Bechara Raï, patriarca de la Iglesia maronita, exhorta a tomar medidas para evitar que los cristianos abandonen Medio Oriente. En declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), destaca que los cristianos contribuyen decisivamente a la moderación en los países de mayoría musulmana de la región.
“Muchos se han visto obligados a abandonar Siria. Nadie puede vivir bajo bombardeos y en medio de una guerra”, afirma. “Esta migración está reduciendo la presencia cristiana, y los cristianos en Medio Oriente han favorecido históricamente la formación de un islam moderado. Si esta región se queda sin cristianos, los musulmanes perderán también su moderación”, advierte desde Bkerké, sede del patriarcado maronita católico de Antioquía, en el Líbano.
Raï lamenta que “muchos cristianos y musulmanes han tenido que emigrar, porque todos sufren la falta de paz, seguridad y por la grave situación económica y financiera” que también afecta al Líbano. “Lo positivo es que han podido comenzar una nueva vida y han llevado su fe al mundo. Lo negativo es que el país se está vaciando de cristianos”.
“Los Estados deben cambiar su perspectiva. No se trata de contar cuántos cristianos hay, sino de reconocer el valor de su presencia”, insiste.
Mientras que “en Irak, Siria y Jordania —por ser Estados musulmanes— los cristianos son solo ‘tolerados’ y considerados ciudadanos de segunda categoría, en el Líbano hay una separación entre religión y Estado, pero se respeta a Dios y no se legisla contra la doctrina cristiana ni contra la musulmana. Por eso, los cristianos de Medio Oriente ven en los cristianos del Líbano una esperanza”.
El Líbano, único país de la región donde los cristianos no son minoría, es un modelo de convivencia. “En todo el mundo hay cristianos y musulmanes, pero en el Líbano esa convivencia está garantizada por la constitución. Si un gobierno se opone a la convivencia, es ilegal. La constitución libanesa garantiza la presencia cristiana”, subraya el cardenal en entrevista con ACN.
“Nuestro sistema conserva valores tanto cristianos como musulmanes, y por eso convivimos en este país. Queremos que así siga, que tanto musulmanes como cristianos permanezcan en el Líbano. Lo mismo en Siria e Irak. Porque esta vida en común crea moderación. Existe el peligro de que cristianos y musulmanes emigren y entonces, ¿quién quedará en Siria? ¿Quién quedará en Irak? ¿Quién quedará en Egipto? Es una incógnita”.
Raï menciona el ejemplo del sector educativo, donde ACN apoyó más de 160 escuelas y colegios en 2024. En el Líbano, muchos musulmanes llevan a sus hijos a escuelas católicas, ya que son un modelo de convivencia. “En el sur, en nuestras escuelas católicas, todos los alumnos son musulmanes. Y no cerramos, porque queremos aportar el valor de la vida en común, el valor de la moderación”. “Estas escuelas hacen todo lo posible por seguir abiertas, especialmente en zonas montañosas, por el bien de la población”.
Dificultades para los cristianos
El Líbano tiene una población de 5.364.482 habitantes (cifras oficiales de 2024). En 2011, ocupaba el puesto 79 del Índice de Desarrollo Humano de la ONU, que combina indicadores económicos, de salud, educación e ingresos. En el informe de 2025, descendió al puesto 102 entre 193 países.
La explosión del puerto de Beirut, el 4 de agosto de 2020, agravó aún más la frágil economía del país, que ya enfrentaba una crisis migratoria de “fuga de cerebros”. En 2021, alrededor de 77,000 personas abandonaron el país, en su mayoría profesionales entre los 25 y 40 años.
El patriarca Bechara Raï señala que “todos los libaneses, tanto cristianos como musulmanes, sufren las consecuencias de la crisis económica y financiera”, pero “los musulmanes reciben ayuda de países musulmanes, mientras que a los cristianos del Líbano solo los ayuda la Iglesia, que cuenta con muchos menos recursos, y por eso están en la miseria”. “Los cristianos son pobres, y eso repercute en su alimentación, acceso a medicamentos y atención médica”.
A pesar de todo, “nuestro pueblo es un pueblo que ora, que teme a Dios, que hace promesas. Nuestras iglesias están llenas de jóvenes, de personas que rezan y, gracias a esa oración, el Líbano ha podido mantenerse en pie”.
“Los cristianos de Medio Oriente han nacido para esta tierra. Deben dar testimonio del cristianismo aquí, junto a los musulmanes, en este Medio Oriente martirizado. Esta es nuestra misión, aquí queremos quedarnos”, afirma. Recuerda que los cristianos de Medio Oriente son “los guardianes de las raíces del cristianismo en Tierra Santa, de una fe que ya en el siglo I existía en Siria, Irak, Líbano, Jordania y Tierra Santa; las primeras comunidades cristianas siguen presentes”. “Debemos ayudarlas a permanecer. Que no se vayan”, exhorta.
Béchara Boutros Pierre Raï, de 85 años, es patriarca de Antioquía y de todo el Oriente de la Iglesia maronita desde el 25 de marzo de 2011. Según datos oficiales del Vaticano, a fines de 2022, la Iglesia maronita contaba con unos 3.5 millones de fieles, casi 1,500 sacerdotes y 42 obispos.
“Conozco a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada , porque ha apoyado muchas obras en el Líbano y lo sigue haciendo. Les envío un saludo lleno de respeto y gratitud por todo lo que hacen por los cristianos del Oriente, del Líbano y del mundo entero”, concluye el cardenal.