Como en todo Bangladesh, los católicos representan una pequeñísima minoría en la Diócesis de Mymensingh, pues entre sus 19 millones de habitantes solo hay 83.000 católicos. La mayoría de ellos pertenecen a la etnia garo y demás minorías étnicas, y habitan principalmente en la región fronteriza con la India.
Desde su fundación en 1987, esta diócesis ha dado prioridad a la formación en la fe de los jóvenes. La enseñanza de la Biblia, la catequesis y el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia son importantes para transmitirles a los jóvenes una base ética y religiosa sólida, y para construir el futuro de la Iglesia en este país mayoritariamente musulmán. “Hay que alimentar la fe”, sostiene el Obispo Paul Ponen Kubi. Como en todo el mundo, también allí son fuertes las malas influencias a las que se ven expuestos los jóvenes, por lo que es importante transmitirles valores e inmunizarlos frente a las influencias perjudiciales.
En general, el nivel de educación es bajo, y las minorías étnicas suelen vivir en zonas poco desarrolladas. Precisamente allí, la Iglesia invierte un gran esfuerzo en ayudar a los jóvenes no solo a crecer como personas, sino a prepararlos a asumir en el futuro responsabilidades en la Iglesia y la sociedad.
Con nuestra ayuda, la Diócesis de Mymensingh quiere poner en marcha para las 18 parroquias un programa de educación religiosa de tres años de duración que incluya jornadas de reflexión con oración, charlas, juegos y camaradería, y un “Campamento Bíblico” -una especie de campamento de verano que gira en torno a la enseñanza de la Biblia- para que los jóvenes que la conozcan poco aprendan a amar las Sagradas Escrituras, al tiempo que tienen experiencias bonitas e interesantes. Además, hay catequesis, oración, alabanzas y otros actos destinados a profundizar y fortalecer la vida religiosa de los jóvenes.
Por desgracia, la Iglesia de la región es muy pobre y depende de nuestra ayuda. Por ello, nos gustaría apoyar este programa de tres años.