Este año, la Sociedad de los Misioneros de África celebra el bicentenario del nacimiento de su fundador, Charles Martial Allemand Lavigerie, quien nació el 31 de octubre de 1825 en Huire, cerca de Bayona, al sur de Francia. Lavigerie, quien más tarde sería nombrado cardenal, fue designado arzobispo de Argel en 1867 y delegado apostólico para el Sahara y Sudán en 1868, donde se comprometió activamente en la lucha contra la esclavitud y la trata de personas. En 1868 fundó la Sociedad de los Misioneros de África para la labor evangelizadora en ese continente. Sus miembros también son conocidos como «padres blancos» por el color de su hábito.
Actualmente, los Misioneros de África están presentes en 17 países del continente, y hoy en día la mayoría de sus sacerdotes son africanos. En Togo, ubicado en África occidental y sede de una de las dos provincias de la orden en el continente, se registra un número especialmente alto de vocaciones. Esta provincia cuenta con 46 padres blancos, más de la mitad de los cuales sirven en Togo. El resto se encuentra distribuido en otros once países, entre ellos Nigeria, la República Centroafricana y la República Democrática del Congo.
Estos religiosos desempeñan su labor principalmente en zonas rurales empobrecidas, donde se dedican a la pastoral parroquial. Además, gestionan centros de salud y alfabetización, así como proyectos de apoyo a viudas y huérfanos. También dirigen el Village Renaissance, un centro donde personas que han delinquido pueden iniciar una nueva vida.
Cada año, esta provincia es bendecida con nuevas ordenaciones sacerdotales. Sin embargo, la orden enfrenta dificultades para sostener a sus sacerdotes, ya que la mayoría de los fieles son de escasos recursos y apenas pueden colaborar con su manutención. Por eso, este año también deseamos hacerles llegar sus estipendios de misa a los 46 padres.
