Cristianos en Nigeria

Obispos nigerianos: “La paz duradera no se puede lograr con silencio o retrasos”

Los obispos católicos de Nigeria advierten sobre el aumento de la violencia y hacen un llamado urgente a proteger la vida y la libertad religiosa

La fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) respalda el urgente llamado de la Conferencia de Obispos Católicos de Nigeria (CBCN), que alerta sobre el empeoramiento de la crisis de seguridad en el país y su devastador impacto en las comunidades cristianas y otros grupos vulnerables.

En su declaración titulada “Paz en Nigeria: del estado de fragilidad a la estabilidad”, publicada el 25 de noviembre, los obispos denuncian la violencia persistente que ha cobrado innumerables vidas, destruido hogares y desplazado a familias, especialmente en las regiones del norte y del cinturón central:

“La deplorable situación de seguridad en nuestra nación, Nigeria, y el discurso que sigue caldeando el frágil clima social y religioso del país, son realmente preocupantes. […] Mientras grupos asesinos continúan sembrando terror entre ciudadanos indefensos, condenamos enérgicamente estas atrocidades que han causado un sufrimiento indescriptible a muchas comunidades”.

Los obispos subrayan que estos ataques han afectado gravemente a zonas de mayoría cristiana:

“Es motivo de grave preocupación que varias comunidades predominantemente cristianas, especialmente en las regiones del norte y del cinturón central del país, hayan sido objeto de ataques repetidos y brutales, que han resultado en numerosas víctimas y en la trágica pérdida de muchas vidas cristianas”.

La CBCN exige acciones inmediatas al Gobierno de Nigeria

Los obispos insisten en que las autoridades federales y regionales deben cumplir con su deber constitucional de proteger la vida y garantizar la rendición de cuentas:

“El Gobierno tiene tanto la responsabilidad como los medios para poner fin a esta violencia y no debe permitir que la impunidad continúe. […] La paz duradera no se puede lograr con silencio o retrasos. Requiere justicia, valentía y un compromiso firme con la santidad de la vida humana”.

En los últimos meses, algunas narrativas mediáticas e internacionales han minimizado la gravedad de la situación o han contribuido a la polarización, convirtiendo una tragedia nacional en interpretaciones enfrentadas, en lugar de enfocarse en el sufrimiento de las víctimas.

Los obispos responden a este debate haciendo un llamado a la claridad y al equilibrio:

“Estas condiciones prolongadas e insoportables han dado credibilidad a las acusaciones de ‘genocidio’ en algunos sectores. Sin embargo, conscientes de la dignidad sagrada y del valor inestimable de toda vida humana, también nos preocupa profundamente que musulmanes y muchos otros ciudadanos inocentes de diversos orígenes étnicos hayan sido víctimas de esta misma crueldad que continúa profanando nuestra humanidad común”.

Tragedias recientes muestran la magnitud de la crisis

Los ataques recientes revelan la escala del problema:

  • El secuestro de 265 estudiantes y docentes en Papiri (estado de Níger).

  • El secuestro de 25 jóvenes en Kebbi.

  • El rapto de 13 agricultoras en Borno.

  • La masacre de más de 70 personas en el sur de Taraba y el desplazamiento de miles.

A ello se suma el asesinato del General de Brigada Musa Uba y varios miembros de seguridad, lo que demuestra hasta qué punto la criminalidad ha penetrado la vida nacional.

La CBCN exige al Gobierno que investigue los reportes de retrasos en la respuesta de seguridad, proteja la vida y los bienes de todos los ciudadanos y garantice el retorno seguro de las personas secuestradas y las familias desplazadas.

Discriminación contra los cristianos

Los obispos también expresan preocupación por las violaciones a los derechos de las minorías cristianas en varios estados del norte:

“La negación de terrenos para construir iglesias, especialmente dentro de instituciones federales, y la destrucción de lugares de culto cristianos —sobre todo en el auge de la insurgencia de Boko Haram— son asuntos que exigen una acción gubernamental urgente y decisiva. El exceso de jurisdicción de los tribunales de la Sharía en algunos estados plantea serias preocupaciones constitucionales, ya que amenaza el carácter secular de Nigeria y vulnera los derechos de las minorías cristianas”.

Recuerdan el asesinato de Deborah Samuel Yakubu en Sokoto en 2022 y mantienen su exigencia de justicia. Además, señalan que organismos de moralidad basados en la Sharía, como Hisbah, han hostigado tanto a cristianos como a musulmanes:

“Una vez más exigimos justicia para ella, pues la impunidad en estos casos socava el estado de derecho y pone en riesgo los derechos de todos los ciudadanos”.

Llamado a la unidad nacional

Los obispos insisten en que los nigerianos no deben caer en comparaciones de sufrimiento, sino unir fuerzas en defensa de la vida:

“En lugar de entrar en discusiones divisivas sobre quién ha sufrido más, debemos unirnos en la defensa de la sacralidad de toda vida humana y en la protección de los vulnerables… La paz no es responsabilidad de unos pocos. Es un deber de todos”.

ACN se une a este llamado y pide a la comunidad internacional no permanecer indiferente ante esta tragedia.
Proteger a las comunidades cristianas y salvaguardar la libertad religiosa es esencial para la estabilidad y el futuro de Nigeria.

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