Una diócesis joven con grandes desafíos
La diócesis de Tenkodogo, fundada hace solo 13 años, aún tiene mucho por desarrollar. Abarca 10.000 kilómetros cuadrados, una extensión comparable a la de países como Líbano. Sin embargo, solo cuenta con doce parroquias, cada una tan grande como muchas diócesis europeas.
En esta vasta región viven alrededor de 200.000 católicos, dispersos en múltiples pueblos de difícil acceso. Para atenderlos, 35 sacerdotes deben recorrer largas distancias.
Necesidad urgente de herramientas para la misión
Los sacerdotes necesitan con urgencia motocicletas para cumplir su labor pastoral. La Iglesia local, sin embargo, carece de medios económicos: Burkina Faso es desde hace años uno de los países más pobres del mundo. La crisis económica de los últimos años y la precariedad de seguridad por el terrorismo yihadista han agravado aún más la situación.
Numerosas familias han huido a zonas más tranquilas en busca de seguridad, y las comunidades locales las acogen con los pocos recursos que tienen, lo que limita cualquier otra inversión.
La prioridad: llevar el Evangelio
A pesar de las dificultades, el obispo Mons. David Koudougou está decidido a fortalecer la labor evangelizadora y la cercanía pastoral.
“Quiere que los fieles se acerquen a Cristo y que los sacerdotes estén cerca de la gente para poder acompañarlos en su camino de fe y en sus necesidades.”
El año pasado, gracias al apoyo recibido, se entregaron motocicletas a siete jóvenes sacerdotes recién ordenados.
“Queremos expresar toda nuestra gratitud a Ayuda a la Iglesia Necesitada por su notable apoyo”, nos escribe el obispo.
Nueva solicitud: cuatro motocicletas para nuevos misioneros
Mons. Koudougou desea abrir dos nuevas parroquias en el oeste de la diócesis, debido a que las zonas actuales son demasiado grandes para una pastoral efectiva. En cada parroquia trabajarán dos sacerdotes, y para ello se necesitan cuatro motocicletas.
El costo total es de 13.300 euros, es decir, 3.325 euros por motocicleta.
El obispo concluye con confianza:
“Seguimos contando con vosotros. ¡Que Dios os bendiga!”
