Un seminario con una historia de resiliencia
Gracias a vuestra generosa ayuda llevamos muchos años apoyando al seminario mayor de Sarajevo. Este centro, fundado en 1890, ha pasado por momentos muy difíciles. Durante la época comunista fue cerrado y, tras la caída del muro, pudo reanudarse la formación de los futuros sacerdotes.
Sin embargo, con la guerra de Bosnia (1992-1995) la situación volvió a complicarse y los seminaristas tuvieron que continuar sus estudios en el extranjero. Hoy en día, este seminario mayor es un punto de luz para la Iglesia católica de Bosnia y Herzegovina.
Renovaciones necesarias en la cocina
Gracias a vuestro apoyo hemos podido contribuir a renovar poco a poco el edificio. Además, con vuestras ayudas a la formación ya habéis acompañado a muchos seminaristas hasta su ordenación sacerdotal.
Ahora nos han pedido ayuda una vez más, ya que la cocina y el comedor del seminario siguen necesitando urgentemente una renovación. Allí comen diariamente unas 50 personas: no solo los seminaristas y sus profesores, sino también sacerdotes jubilados de la residencia sacerdotal adyacente y algunas religiosas.
El personal enfrenta un trabajo agotador y difícil, pues parte de los electrodomésticos y el mobiliario están muy desgastados. Además, la instalación eléctrica no está adaptada a equipos modernos, lo que provoca averías técnicas y problemas de seguridad. Los fregaderos son insuficientes, lo que dificulta cumplir con los requisitos de higiene, y la mala ventilación complica el trabajo por la acumulación de calor y vapores.
Una renovación no solo haría el trabajo más eficiente y seguro, sino que también permitiría ahorrar en costes de energía y reparaciones.
El comedor: un espacio para la vida comunitaria
El comedor también está anticuado: algunos muebles están dañados y el ambiente en general no invita a comer allí.
El rector Iván Rako explica:
“El diseño general de la sala no es óptimo para la comida en común. Sin embargo, es fundamental ofrecer a los seminaristas y al resto de residentes del seminario mayor un entorno adecuado para que puedan reponer fuerzas e intercambiar ideas en un ambiente acogedor. La comunidad es una parte importante de la vida en el seminario, y esta se vive de forma concreta, como, por ejemplo, en las comidas en común. Por lo tanto, la cocina y el comedor no son solo espacios funcionales, sino lugares donde se desarrolla la vida comunitaria. Os estaríamos muy agradecidos si nos apoyarais en la realización de este importante proyecto”.
Un proyecto que necesita apoyo
Nosotros le hemos prometido 20.000 euros para estas obras de renovación.
¿Le gustaría contribuir a que la cocina y el comedor se conviertan en espacios acogedores que constituyan el corazón de la vida comunitaria?