La diócesis de Kafanchan ha sufrido el asesinato de al menos un agente pastoral cada año desde 2021.
El obispo de la diócesis de Kafanchan, en el estado de Kaduna, Nigeria, expresó su «profundo dolor y legítima indignación» por el secuestro y posterior asesinato de uno de sus sacerdotes.
El padre Sylvester Okechukwu fue secuestrado en su residencia el 4 de marzo y encontrado sin vida en la madrugada del 5 de marzo. Hasta el momento, se desconoce el motivo por el cual sus secuestradores decidieron matarlo.
En una declaración enviada a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ACN , monseñor Julius Yakubu Kundi, obispo de Kafanchan, describió el profundo dolor que siente toda la diócesis por este suceso y lanzó un llamado a las autoridades ante la creciente inseguridad en la diócesis y en todo el estado de Kaduna.
«Con profundo dolor y justa indignación, condeno enérgicamente la incesante y trágica ola de secuestros contra sacerdotes, agentes pastorales y fieles de nuestra diócesis», expresó el obispo. Agregó que el asesinato del padre Sylvester es «un cruel ataque a nuestra fe, nuestra humanidad y la paz de nuestro Estado».
«¿Hasta cuándo seguirán nuestros pastores siendo perseguidos como presas de caza?»
La diócesis de Kafanchan está sumida en la angustia y el país entero está indignado. Monseñor Kundi se preguntó:
«¿Hasta cuándo seguirán nuestros pastores siendo perseguidos como presas de caza? ¿Hasta cuándo nuestros lugares de culto se convertirán en sitios de temor en vez de santuarios de esperanza?»
El obispo también enumeró la alarmante cantidad de sacerdotes, catequistas y agentes pastorales secuestrados o asesinados en los últimos años. Además, informó que esa misma mañana había recibido la noticia del secuestro de otros seis feligreses de la parroquia de San Mateo en Anchuna, entre ellos la esposa de un catequista.
Desde 2021, al menos un agente pastoral ha sido asesinado cada año en la diócesis de Kafanchan. Entre ellos están el catequista Raymond Ya’u (2021), el padre Mark Cheitnum (secuestrado y asesinado en 2022), el seminarista Naaman Ngofe (asesinado y quemado en 2023) y el catequista Istifanus Katunku (secuestrado en 2024 y aún desaparecido).
En su comunicado, el obispo Kundi reiteró la disposición de la diócesis a colaborar con las fuerzas de seguridad para enfrentar estas amenazas. Sin embargo, también dirigió fuertes críticas a las autoridades nacionales:
«Exigimos que el gobierno y los organismos de seguridad actúen de inmediato y con determinación para llevar ante la justicia a los responsables de estos crímenes atroces. ¡La sangre del padre Sylvester Okechukwu y de todas las demás víctimas inocentes clama por justicia!»
El mensaje concluyó con un llamado a los fieles católicos en Kaduna a mantener la calma, seguir firmes en la oración y evitar acciones que puedan generar más violencia. Finalmente, el obispo expresó su esperanza de que «la luz de la verdad, la justicia y la rectitud prevalezcan sobre las tinieblas y el mal».
Nigeria: un país bajo amenaza por el secuestro y asesinato de sacerdotes
Nigeria ha sido uno de los países más afectados por el secuestro y asesinato de sacerdotes en los últimos años. En 2023, 25 religiosos fueron secuestrados y dos asesinados. Aunque en 2024 la cifra disminuyó a 13 secuestros y un asesinato, en lo que va de 2025 ya se han registrado nueve secuestros y un asesinato, lo que genera una gran preocupación.
El asesinato del padre Sylvester ocurre mientras otro sacerdote y un seminarista siguen desaparecidos: el padre Philip Ekweli y Peter Andrew, secuestrados en la diócesis de Auchi el 3 de marzo. Además, los padres Matthew David Dutsemi y Abraham Saummam fueron secuestrados el 22 de febrero en la diócesis de Yola, aunque fueron liberados el 8 de marzo.