Para pedir la liberación de los pecados, defectos y dependencias que nos atan; por la unidad y la paz en las familias; por quienes sufren tristeza, miedo o desesperanza; por los encarcelados e injustamente privados de su libertad; por los jóvenes atrapados en la violencia o las adicciones; por las almas del purgatorio y por todos los que anhelan un corazón nuevo y libre para amar a Dios.

Une tu intención a la Misa por la Asunción de la Virgen María

Lo que celebramos

Nuestra Señora de la Merced es conocida como la Madre de la Misericordia y la Libertad. Desde hace siglos intercede por los cautivos, por los perseguidos y por quienes sufren toda clase de cadenas.

Hoy también intercede por nosotros, para que seamos liberados de aquello que oprime el corazón: pecado, rencor, dependencias, tristeza, desesperanza y angustias humanas.

“La verdadera libertad es estar libres del pecado” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1731).

Al ofrecer una Santa Misa por intercesión de Nuestra Señora de la Merced, no solo presentas tu intención al Señor, sino que también apoyas a sacerdotes misioneros que visitan cárceles, celebran la Eucaristía en condiciones difíciles y llevan la luz del Evangelio a quienes están privados de libertad.

Misa a Nuestra Señora de la Merced

La verdadera libertad viene de Cristo

El Magisterio de la Iglesia nos enseña que Cristo vino a liberar al hombre de las cadenas del pecado.

“Cristo nos liberó para que seamos libres” (Ga 5,1).
“El hombre sólo es verdaderamente libre cuando vive en la gracia de Dios” (San Juan Pablo II, Homilía 1987).

Nuestra oración, unida al sacrificio de la Misa, es el camino para alcanzar esa libertad. La Virgen María, como Madre de la Merced, nos recuerda que nadie está tan perdido que no pueda ser rescatado por el amor de Dios.

Misa a Nuestra Señora de la Merced
Misa a Nuestra Señora de la Merced

Qué nos dice San Pedro Nolasco

San Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced, entregó su vida para rescatar cautivos. Su ejemplo nos enseña que la fe es servicio y misericordia.

“María es Madre de libertad porque nos lleva siempre a Cristo, que rompe nuestras cadenas” (San Pedro Nolasco).

Al unirte en esta devoción, tú también puedes ser instrumento de liberación: primero en tu propia vida, y luego en la vida de los demás a través de la solidaridad.

Prepárate con la Novena a Nuestra Señora de la Merced

  • Te regalamos esta novena especial para que, durante nueve días, puedas meditar y orar con Nuestra Señora de la Merced. Puedes rezarla personalmente, en familia o en comunidad.
  • Disponible en PDF para descargar. También puedes seguirla cada día desde nuestras redes sociales o uniéndote a nuestro canal de WhatsApp.

Razones para ofrecer una Misa a Nuestra Señora de la Merced

  • Para pedir la liberación de mis pecados y defectos que me alejan de Dios.
  • Para que el Señor me ayude a vencer las dependencias, adicciones o ataduras que esclavizan mi corazón.
  • Para que en mi familia reine la unidad, la paz y la gracia que libera de toda división.
  • Para ofrecer reparación por las veces que no he vivido conforme al Evangelio.
  • Para que quienes sufren ansiedad, tristeza o desesperanza encuentren la verdadera libertad en Cristo.
  • Por los encarcelados, para que descubran en la Virgen de la Merced consuelo y esperanza.
  • Por quienes han sido injustamente privados de su libertad, para que sean fortalecidos en la fe.
  • Para que los jóvenes sean liberados de la presión, el vacío y la violencia que los esclaviza.
  • Por las almas del purgatorio, para que Cristo les abra pronto las puertas de la vida eterna.
  • Para que, por intercesión de María, el Señor me conceda un corazón nuevo y libre para amar.

 

Cada Misa es un acto de amor que abre puertas invisibles y enciende la luz de la misericordia.

Sacerdote de la Diocesis de Nampula, Mozambique ofreciendo la Santa Misa por las intenciones de los benefactores

Oración especial a Nuestra Señora de la Merced

Virgen de la Merced,
Madre de la libertad y refugio de los cautivos,
míranos con compasión en nuestras luchas y cadenas interiores.
Libéranos del pecado, de la tristeza, de la desesperanza y de todo lo que nos aparta de tu Hijo.
Intercede para que en nuestro corazón reine la paz, la gracia y la alegría del Evangelio.
Te ofrecemos nuestras intenciones en la Santa Misa,
confiando en que tu intercesión nos conducirá a la verdadera libertad en Cristo.

Amén.

UNA FUNDACIÓN PONTIFICIA CON ALCANCE MUNDIAL

 

Con oficinas en 23 países y cerca de 400.000 benefactores , ACN puede apoyar cada año un promedio de 5.500 proyectos en cerca de 138 países.

Fundada en 1947 como una organización católica de ayuda para refugiados de guerra y reconocida como una fundación pontificia desde 2011, ACN se dedica al servicio de los cristianos en todo el mundo allá donde estén perseguidos, discriminados o sufran necesidad material, a través de la oración, la información y la caridad. 

«Les invito a todos, junto a ACN, a hacer en cada lugar de todo el mundo una obra de misericordia.”

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